A parte de la tradicional sandía roja con pepitas negras cada vez son más conocida las sandías sin pepitas.
Unas sandías muy cómoda para comer y prácticas cuando se trata de niños pequeños o mayores.
Pero, ¿cómo se ha conseguido la sandía sin pepitas?
Aunque ha comenzado a ser más conocida desde hace unos años, es cierto que desde hace más de 40 años ya se podía saborear éste rico manjar sin pepitas.
La sandía sin pepitas es una hibridación, el resultado del cruce de una sandía diploide, con una tetraploide, es decir, una sandía cuyas células se componen del número normal de cromosomas (2N, 22 cromosomas) con otra con el doble de éstos (4N, 44 cromosomas).
De éste cruzamiento se consiguen células triploides (3N), que hacen a ésta sandía estéril, incapaz de producir semillas maduras.
Cierto es que cuando vamos a una frutería y la comparamos con la sandía con pepitas, su precio es algo más elevado. Ésto tiene su razón, la sandía tetraploide sólo produce del 5 al 10% de semillas, por lo que el número de éstas es menor que el de las sandías con pepitas.
Esperamos haberos ayudado a conocer más las sandías sin pepitas, ¡escríbenos tus preguntas o impresiones!
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